Cuando se trata de dormir, no todo el mundo repara en que no solo basta con dormir, sino que también debemos descansar. ¿Y cuál es la mejor forma de descansar bien? Sí, has acertado: disponer de un buen colchón, una buena almohada y una habitación en la que nadie nos moleste.
En la sociedad que vivimos, cada vez es más frecuente sufrir trastornos del sueño debido a las preocupaciones que invaden nuestra mente. Por eso, es fundamental, en primer lugar, aprender a relajarnos y deshacernos de los malos pensamientos.
Dormir sin interrupciones durante toda la noche nos permitirá levantarnos con energía y descansados al día siguiente. Y como muchos sabrán, esto no tiene precio.
Por otro lado, hay que dormir las horas necesarias cada día para evitar un peor rendimiento cognitivo, déficit de atención, estrés, ansiedad o depresión.
Consejos que hay que poner en práctica para disfrutar de un buen descanso
Si estás sufriendo problemas de sueño, existen algunos consejos para dormir mejor. Ponlos en práctica y notarás una gran diferencia:
- Toma el sol al menos 30 minutos al día para aumentar tus niveles de serotonina y melatonina
- No hagas cenas copiosas para evitar una digestión pesada
- No consumas bebidas con cafeína antes de dormir
- Date una ducha caliente por la noche
- Usa ropa cómoda para dormir
- Desconecta de la tecnología a partir de cierta hora
- Lee por la noche en vez de ver la televisión
¿Qué colchón es el más adecuado para ti?
Hay una máxima que nunca falla: no tendrás un buen descanso si no reposas en un buen colchón. Aunque existen muchos tipos más, estos son los colchones más famosos del mercado, y por lo general cubren las necesidades de cualquier persona.
Colchón de espuma
En los colchones de espuma, el núcleo está formado por un bloque de espuma de célula abierta. Existen colchones de espuma con diferentes grados de dureza y una gran variedad de tejidos.
Colchón de látex
Los colchones de látex, por su parte, están compuestos por un material natural e hipoalergénico, aunque también existen colchones de látex sintéticos. Se trata de colchones muy elásticos y algo pesados.
Colchón viscoelástico
Ningún colchón es viscoelástico en su totalidad, es decir, necesitan siempre un soporte que aporte firmeza, por lo que normalmente se combina la viscoelástica con espuma. Este tipo de colchón es el que mejor se adapta al cuerpo y reduce los puntos de presión en las zonas corporales de mayor peso.
La almohada es tan importante como el colchón
La mayoría de la gente le da más importancia al colchón que a la almohada; cuando en realidad ambos influyen en un mejor descanso.
Existe una gran variedad de almohadas, que dependiendo de tus gustos y necesidades, te harán descansar mejor o peor. Estas son las almohadas más conocidas y utilizadas:
Almohada de fibra
Las almohadas de fibra son las almohadas tradicionales de toda la vida. Están rellenas de fibra de poliéster y las puedes encontrar de muchos tamaños y formas diferentes. Sin duda, son unas de las más económicas del mercado, pero también tienen su punto negativo; y es que a pesar de ofrecer una alta transpirabilidad, suelen tener un punto de apoyo demasiado bajo para muchos.
Almohada viscoelástica
La gran ventaja de las almohadas viscoelásticas es que se adaptan muy bien a la forma de tu cabeza y dormirás cómodamente. Además, algunas suelen traer un relleno para que la sensación sea como la de dormir en una almohada tradicional. El único aspecto negativo de este tipo de almohadas es que se calientan con mayor facilidad que otras.
Almohada de látex
Las almohadas de látex apenas se deforman con el paso del tiempo. Sin embargo, que no se deforme no quiere decir que no se adapte a tu cuerpo, ya que puedes darle la forma que más te convenga. Apuesta por ellas si buscas una almohada duradera, hipoalergénica y que mantenga una temperatura neutral.
Ahora que ya conoces un poco más cómo descansar mejor, toma nota de todos los consejos y decídete a cambiar de almohada y colchón si ya hace tiempo que no lo haces. ¡No te arrepentirás!
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