¿Cómo se puede transformar una vivienda tradicional en un espacio moderno y con todos los cuidados medioambientales posibles? Hoy te ponemos un ejemplo que explica a la perfección el cambio.
Francisco Ortega Ruiz es el arquitecto que ha creado el proyecto La Centinela. Un espacio de finales del siglo XIX en Vélez (Málaga), hasta ahora abandonado, se ha convertido en una casa de homenaje al pasado agrícola y rural del que disfrutó nuestro país.
Para poder ver el cambio, quédate a leer este artículo.
Proyecto La Centinela
El arquitecto, trabajador de la empresa de FORarquitectura, ha rehabilitado un espacio planteando una nueva mirada sobre la historia de nuestro país, además de añadir una reflexión sostenible del entorno. Como has podido comprobar, poner tu vivienda en manos de un arquitecto especializado, será la mejor oportunidad para transformar tu hogar con el mayor gusto posible.
La base del ejercicio ha sido: “¿Cuáles son las necesidades básicas del ser humano para habitar un espacio?” Y es que, el antiguo edificio no tenía recursos higiénicos-sanitarios: había mucha humedad, no había ventilación, sin apoyo térmico y sin apenas seguridad.
Este espacio, que no estaba disponible para ser habitado, ha conseguido estarlo gracias a la arquitectura y a la edificación con el contexto rural, la aparición de la Cantilla en los muros de carga, la memoria y la intención de preservar el patrimonio rural.
Su resultado ha sido una vivienda cálida y acogedora con un diseño tan cuidado, que pone en valor lo rural y hace que el tiempo se detenga. Tal ha sido su éxito, que ha sido una de las obras seleccionadas por el Colegio de Arquitectos de Málaga para los premios del Consejo Superior de Colegios.
Se muestra como una oda al pasado, transformando un edificio abandonado en todo un tesoro gracias a piezas de grandes diseñadores como Isamu Naguchi o Valeria Vasi.
¿Qué cambios se han producido en esta vivienda?
Lo primero que tenían que hacer era consolidar estructuralmente la casa ya que estaba apunto de desplomarse por el pandero de las vigas de madera que la sostenían, debilitadas por el carcoma. Por ello se optó por una subestructura de hierro para reforzarlas.
La distribución fue respetada, solo se rehabilitaron los espacios mediante unos materiales que transformaron el lugar en una atmósfera temporal. Así, los cambios más destacables fueron:
- Las paredes de 2,10m de altura del zaguán, el dormitorio y el baño fueron revestidas de baldosines catalanes de 14×28 cm. Se generó así un tapiz vertical que creaba un ambiente cálido en todos los espacios. Estos materiales favorecen el amortiguamiento térmico interior.
- Además, en los morteros se ha incorporado cal natural blanca que asciende y genera un ambiente salubre para evitar condensaciones.
- Se cambiaron las dimensiones de las plaquetas del lavabo o los azulejos del baño en color negro.
- Los suelos de baldosas fueron raspados y lijados para posteriormente protegerlo con una película resinosa.
- La zona este de la vivienda es nocturna e íntima, que equivale al zaguán, el baño y el dormitorio.
- La zona oeste es la “zona pública”: salón, taller y cocina.
- La diferenciación de espacios se realiza con un diseño interior basado en la materialidad, la luz y el confort térmico, que crean un recorrido introspectivo.
Con esto se consigue un espacio sobrio, calmado y bastante acogedor, que invita al usuario a que reflexione y contemple el espacio tiempo en un refugio intemporal aislado de todo ruido urbano.
Galería de imágenes de la transformación de la vivienda
Aquí te dejamos cómo se ve el nuevo hogar tras todas las reformas. ¡Seguro que te gusta!
Así, con este proyecto, se consiguió recuperar toda la esencia agrícola y rural de España de tal forma que pudiéramos reflexionar sobre las formas de habitar pasadas, presentes y futuras, siendo así con un diseño muy novedoso. Lo mejor es que este arte rural podemos encontrarlo muy cerca de nosotros, pues no olvides que esta vivienda se sitúa en Vélez-Málaga. ¿Qué te parece el resultado?
